Los agentes medioambientales de la Junta le identificaron en un tramo de pesca sin muerte y tramitan la multa.

Un pescador furtivo, que portaba una trucha de grandes dimensiones que acababa de pescar en el río Torío, fue sorprendido hoy por por agentes medioambientales de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, identificando al infractor y abriendo el correspondiente expediente sancionador por los hechos.

La trucha alcanzó una medida de 31 centímetros y había sido extraída en un tramo de acceso libre sin muerte del río leonés, por lo que quedarse con el ejemplar pescado constituye una infracción de la normativa de pesca oficial que rige en Castilla y León.

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Amapcyl), que aglutina a la policía medioambiental de la Comunidad, recuerda que hay que observar el máximo respeto a esta normativa para no enfrentarse a las sanciones de carácter económico que conllevan este tipo de actuaciones.